martes, 21 de julio de 2015

AGUILE DIBONA

VÍA MADIER


La aguja del Pain de Sucre se llama la Dibona desde que Angelo Dibona acompañado por Guido Mayer hicieran la primera ascensión 27 de junio de 1913




 La Díbona es una formidable flecha de granito clavada en el cielo,


 La silueta de la aguja aparece cuando se asciende desde el valle de Soldier



 Esta vez nuestros amigos de cordada no nos acompañan, y después de” la resaca vaquillera”nos atrevemos a intentar conquistar a “La Dibona”




 Salimos del aparcamiento de “les Etagés” por un muy bonito recorrido, pero con mucha calor y mucho peso a nuestras espaldas, aun así lo disfrutamos y sobre todo cuando aparece a nuestra vista la aguja, ya no podemos dejar de mirarla hasta llegar al refugio “Le Soreiller” 2730m, nos cuesta llegar sobre 3´30h


 Desde el refugio las vistas son espectaculares, así que dejamos los trastos y nos vamos a inspeccionar la zona hasta la hora de la cenar, pasamos por una pequeña arista con vistas espectaculares al valle,desde allí también se ve perfectamente la Dibona, y vamos un poco visualizando la vía que queremos hacer al día siguiente. Cena en el refu y descanso




 Llega el día x a las 8 la mañana estamos al pie de la vía Madier, sólo hay una cordada por delante nuestro, no así nuestra vecina “visita obligatoria” que está plagada de gente.




Empezamos un primer largo fácil para tomar contacto con el granito


Un segundo largo, muy chulo, por el que tenemos que introducirnos por un tunel muy estrecho, que hay que pasar un poco ladeado por la mochila.






 Seguimos por unos largos de diedros muy disfrutones







 Llegamos a la vira Madier, aquí cada cordada decide subir por diferentes fisuras, nosotros elegimos la fisura Madier, donde a mitad de fisura hacemos otro descuelgue y nos metemos en una paralela protegida con muchos paraboles, entre las esperas y subir nos pegamos alrededor de dos horas.




Después de este largo peleon disfrutamos de los siguientes largos para situarnos en la arista donde nos encontramos con los madrileños Julio y José que estaban haciendo la “visite obligatoria”.



Justo al empezar la arista el pronóstico del tiempo para hoy que era muy bueno, parece ser que se tuerce y tenemos “el marrón” empieza a llover para luego granizar.



Cris en la arista aparando el granizo


Así que llegamos a la cima completamente calados y tiritando sin poder disfrutar como nos hubiese gustado, aun así no deja de emocionarnos llegar a ella.



Visualizamos el primer rápel sobre una gran laja y no sé si estamos mucho tiempo esperando o se nos hace muy largo, no para de diluviar y granizar.




Situados en el segundo rápel, parece que deja de granizar y la lluvia es mas débil, pero los pantalones ya los llevamos por los tobillos y los huesos completamente calados




Llegamos a la brecha Gunneng, desde donde vamos descendiendo asegurados, y nos resulta mas fácil de lo que pensábamos, ya que estaba todo muy mojado.



Ya situados en la brecha de Clochetons deja de llover y nos colocamos las botas y tiramos hacia el refugio


Desde el refugio a la furgo en dos horas y media nos da tiempo a secarnos y llegar a la furgo para una merecida cena con sus birras correspondientes.



El tiempo no nos ha impedido disfrutar de esta espectacular aguja.